La Metamorfosis de Franz Kafka supone para La Fura dels Baus y Javier Daulte un inmejorable punto de partida para explorar las angustias del hombre urbano del siglo XXI. Metamorfosis, transformación, cambio... son motor de esta dramaturgia. Metamorfosis del hombre contemporáneo que se enfrenta a un mundo sin salidas colectivas.

Esta Metamorfosis habla de un intento de diferenciación, un intento fallido. Ya que la diferenciación del individuo frente al grupo no se produce por una vía creativa y liberadora, sino de mutilación de la propia individualidad.

Gregor, protagonista de Metamorfosis, puede ser cualquiera de nosotros. Todos en algún momento de nuestras vidas nos sentimos diferentes, excluidos por nuestras propias percepciones y por lo que el entorno nos hace sentir.

Kafka no explicó los motivos de esta transformación. La propuesta de La Fura dels Baus y Javier Daulte se adhiere a este aspecto de la obra. La posibilidad de una exclusión, endógena o exógena, está latente en la estructura de todas las sociedades en todas las épocas. En esta dramaturgia no se buscan ni se presentan culpables. No se pretende ofrecer respuestas, sino generar preguntas.

La obra se refiere, en última instancia, a la condición de los individuos. Y esa condición parece ser el miedo. Gregor Samsa vive en el horror, sometido por el miedo, conformado y atado por las convenciones. ¿Acaso no es el miedo lo que ha sometido a los seres humanos de todas las épocas?

Vivimos una época en que todo tiende a estar regido por modelos regularizados de bienestar y consumismo. Cuando alguien pretende diferenciarse, se convierte en un “bicho raro”. La enfermedad del siglo XXI es la de la mente: trastornos bipolares, esquizofrenia, ansiedad, depresión, pánico, o el inquietante hikikomori que parece tender a extenderse a todo el mundo occidental. La era de las nuevas tecnologías contribuye a la deshumanización. Se imponen grandes sacrificios afectivos.

El mundo actual parece dictar una paradójica y siniestra sentencia: Para dejar de ser uno más de la manada, hay que convertirse en un animal. La manada humana se torna obediente y no es capaz de generar nuevas maneras de pensar. El Gregor Samsa actual protagoniza una huída hacia dentro, una huída voluntaria. No nos creemos mejor que él. ¿Quién de nosotros no ha pensado alguna vez en renunciar a todo, huir de las responsabilidades, cerrarse en su caparazón, obviar la realidad que nos toca vivir?
 

diseo: dosmasuno